En la industria minera, especialmente en plantas de trituración, molienda y secado, el riesgo de explosión no siempre proviene de un gran evento. A menudo, es la suma de pequeñas liberaciones energéticas lo que desencadena un desastre mayor.

Estas explosiones acumulativas ocurren cuando se produce una deflagración inicial —por polvo de mineral, carbón fino o concentrado metálico— y esta se propaga a través de ductos, tolvas o silos interconectados, generando una serie de detonaciones encadenadas.

La onda de presión se refuerza con cada nuevo volumen de polvo en suspensión que encuentra, generando un efecto dominó difícil de detener una vez que ha iniciado.

En P&V Control Devices desarrollamos soluciones de contención y aislamiento diseñadas específicamente para evitar este tipo de escenarios. Desde válvulas de bloqueo rápido hasta sistemas de supresión con detección milisegundo a milisegundo, ayudamos a proteger las líneas de proceso antes de que el efecto se multiplique.

En minería, no hay explosión pequeña si tiene espacio para propagarse. La contención efectiva comienza por entender que el polvo —invisible y silencioso— puede ser el verdadero detonador oculto.

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