En la industria de alimentos y bebidas, se utilizan numerosos ingredientes en forma de polvo: harina, azúcar, cacao, almidones, proteína vegetal, entre muchos otros. Algunos son clasificados como “inertes” porque no reaccionan químicamente ni alteran las fórmulas… pero eso no significa que no representen un riesgo.

La realidad es que muchos de estos polvos, aunque sean técnicamente inertes, pueden formar nubes combustibles en condiciones comunes de producción: mezclado, transporte neumático, ensacado o incluso limpieza en seco.

Una mínima acumulación de polvo suspendido, en combinación con una fuente de ignición (una chispa eléctrica, fricción o incluso calor residual), puede generar una explosión que comprometa tanto la seguridad de los operarios como la integridad de los equipos.

En P&V Control Devices, ofrecemos sistemas diseñados para actuar antes de que el polvo se convierta en detonante. Nuestra tecnología de supresión, aislamiento y ventilas de explosión está optimizada para entornos donde se requiere limpieza, rapidez y cumplimiento con normas de inocuidad.

No se trata de si un polvo es reactivo o no, sino de entender cómo se comporta bajo presión y en suspensión. Esa es la clave para prevenir incidentes invisibles pero destructivos en plantas de alimentos.

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